Globalización de la pobreza
Se puede citar como aspectos positivos que hasta cierto punto, la globalización ha acelerado la movilidad social, haciendo posible que los miembros de distintos países, culturas y religiones se encuentren y se conozcan; ha hecho progresar las tecnologías de comunicación e información. La comunicación es ahora más fácil y menos costosa; ha ayudado a los conocimientos; ha sido causa de progreso en el ámbito de la salud; ha hecho posible que muchos seres humanos expresen solidaridad y compasión hacia las víctimas de catástrofes naturales o de tragedias provocadas por los hombres, y esto a millares de kilómetros de distancia; ha hecho hincapié en cuestiones como la legislación, la responsabilidad pública, los derechos humanos y otras normas de buen gobierno. Ha globalizado ciertas cuestiones de derechos humanos, como el derecho de las mujeres, de los niños, de los refugiados... La globalización neoliberal también tiene aspectos negativos tales como la degradación del medio ambiente que aumenta a gran velocidad; la contribución a la desigualdad de desarrollo en el Norte y en el Sur del mundo facilitando la industrialización por inversiones extranjeras en los sectores más rentables para los inversores, las necesidades vitales de base se descuidan a favor del provecho y del mercado. Los gobiernos de la mayor parte de los países, para atraer inversores, han promovido la globalización neoliberal en un proceso que descuida los elementos siguientes: una justa distribución de los productos alimenticios; la distribución de agua y de electricidad en las zonas rurales pobres; un sistema sanitario conveniente para los pobres de los ambientes urbanos; la habitación a bajo precio; medios suficientes para los cuidados de salud; la calidad de la educación. El flujo de inversiones procedentes del Norte, buscando sitios de producción a bajo precio en el Sur, para llevar los beneficios al máximo, tuvo por resultado privar del trabajo a millones de personas en los países ricos. Así en muchos países industrializados el paro alcanza cifras nunca vistas desde los años 30, y se observa una desigualdad en las rentas de una importancia nunca vista desde el siglo XIX. La globalización ha popularizado una cultura de consumo y el consumidor llega a ser dependiente de las compras hasta tal punto que las dimensiones espirituales, morales e intelectuales de su personalidad no pueden crecer ni desarrollarse. El valor de una persona se mide en términos de posesiones materiales. Se conoce esta sociedad con el nombre de "sociedad de consumo anárquico" (consumismo salvaje) La globalización es culpable de la propagación de una cultura "pop" superficial que excita los sentidos, pero apaga el espíritu. Los medios de comunicación mundiales modelan los gustos del consumidor, de la alimentación al vestuario. Pone fin a la existencia de sociedades y culturas variadas. A través de la comunicación moderna, las cuestiones de derechos humanos son manipuladas por los centros de poder. La tecnología de la comunicación es también responsable de la mediocridad deplorable del cibermundo, transmitiendo a través de Internet una cantidad de informaciones inútiles e insignificantes. En este tiempo de globalización, toda información no conduce necesariamente a un conocimiento, y todo conocimiento no siempre engendra sabiduría. Las universidades y las escuelas responden a la demanda del mercado privilegiando los cursos de tecnología de la gestión y de la información, y descuidando lo que tenga por fin inculcar valores morales y desarrollar la personalidad. Debido a la globalización, los delitos a escala internacional como el tráfico de droga y el de mujeres y niños, son ahora más difíciles de controlar. Los delitos de los burócratas como el blanqueo de dinero, la malversación de fondos y la corrupción atraviesan las fronteras. Las sociedades multinacionales se han vuelto poderosas económica y políticamente. Las enfermedades se globalizan, por ejemplo el sida. En resumen la globalización neoliberal está aumentando las diferencias sociales y destruye el medio ambiente; no sólo crea la desigualdad sino que, de hecho, son los pobres los que pagan a los ricos; nos concierne a todos y es especialmente violenta con los débiles; es una estructura añadida del sistema que nos domina a escala mundial y que nos condiciona a todos en el ámbito planetario, mucho más que las estructuras nacionales e internacionales; por un lado favorece la cooperación y la participación, y por otro produce marginación y exclusión". MANUEL POZO OLLER |