...La vista es más bella de lo que uno pueda describir o imaginarse.
Nada puede dar una idea del bosque de picos y agujas rocosas que tenemos a nuestros pies. Es una maravilla...
Es imposible verlo sin pensar en Dios; me cuesta desprender mis ojos de esta vista admirable cuya belleza y sensación de infinito acercan tanto al Creador, y cuya soledad y aspecto salvaje muestran al mismo tiempo lo solos estamos con él y que somos sólo una gota de agua en el mar...
Llegué aquí con lluvia, truenos y rayos; esos truenos en las montañas eran muy bonitos."
Carlos de Foucauld