Presentación de la Familia espiritual Carlos de Foucauld en el mundo Naturaleza: Asociación sacerdotal privada internacional. Fecha y lugar de fundación: Le Tubet, 1951. Reconocimiento jurídico (fecha y lugar): 25 de abril, 2002. Roma. Miembro fundador de la Asociación internacional Familia espiritual Carlos de Foucauld. Historia: La Fraternidad sacerdotal nació en Francia, en torno a un grupo de sacerdotes, 1951, con el nombre de Union Sacerdotale. En 1976, después del Concilio Vaticano II, se cambió el nombre por el de Fraternidad Sacerdotal Iesus-Caritas. Número de miembros: 3500. Implantación en el mundo:
Características: modo de vida: Somos sacerdotes diocesanos (a excepción de algunos religiosos) que quieren vivir su vida y su ministerio a la luz del mensaje de Carlos de Foucauld, permaneciendo insertados en el presbiterio diocesano. Nos reunimos mensualmente, en general, en pequeñas fraternidades para compartir nuestra vida, la reflexión y la oración común. El hecho de inspirarnos en el Hno. Carlos que quería ser «hermano universal» nos lleva a una vida sencilla, con frecuencia cercana a las personas a las personas marginadas en la sociedad y en la Iglesia. La inspiración foucauldiana se traduce también en los numerosos contactos internacionales: cada seis años los delegados de todo el mundo se reúnen para elegir entre ellos al responsable general. compromiso Nuestro compromiso principal sigue siendo el de la ordenación sacerdotal.. No obstante, algunos, tras un tiempo de pertenencia a la Fraternidad, desean expresar su voluntad de vivir plenamente el espíritu de Carlos de Foucauld como sacerdotes seculares con un compromiso formal, anteriormente llamado «consagración». Este compromiso se hace la mayoría de las veces al final de un retiro o de un “mes de Nazaret”. aspectos esenciales Deseosos de vivir, como el Hno. Carlos, la intimidad con Cristo y la fraternidad con los hombres y mujeres de hoy, intentamos apoyarnos y estimularnos en nuestra vida de sacerdotes en los encuentros mensuales de fraternidad, en los que hacemos revisión de vida a partir del Evangelio y de un tiempo de adoración y de desierto. El “mes de Nazaret” es un tiempo privilegiado para descubrir e integrar el carisma de la fraternidad. El deseo de vivir como hermanos universales nos lleva a menudo a vivir con la población marginada y a cuidar las relaciones con los que son diferentes por su cultura, religión o nacionalidad. Más información: |