Presentación de la Familia espiritual Carlos de Foucauld en el mundo Naturaleza: Congregación religiosa. Fecha y lugar de fundación: 1939, Argelia. Reconocimiento jurídico: Febrero de 1964 (derecho pontificio) Miembro fundador de la Asociación internacional Familia espiritual Carlos de Foucauld. Historia: La Fraternidad de las Hermanitas de Jesús se fundó en Argel el 8 de septiembre de 1939. Ese día, Magdeleine Hutin, junto con Anne Cadoret, pronunció sus votos privados ante el representante de su obispo, Mons. Nouet. Desde entonces va a llamarse Hermanita Magdeleine de Jesús. Era el final de una larga espera, marcada por pruebas de familia y una salud frágil, que le impedía hacer proyectos de futuro. Fue una época marcada también por una confianza ciega en Dios. Durante este período descubre la biografía de C. de Foucauld, escrita por René Bazin En ella encuentra su camino: «El Evangelio vivido, la pobreza total, la inmersión entre las gentes más abandonadas... Y, sobre todo, el amor en plenitud... Le suplicaba al Señor que apresurase la hora de mi partida a tierras del Islam, hacia el Sahara... para encontrar allí las huellas de del hto. Carlos de Jesús, y llevar la misma vida.» Pero no es hasta 1936 cuando se embarca con destino Argelia con su madre y una joven, Ana. En Boghari, viven en un barrio árabe. Atienden a los pobres para curarlos, organizan una sopa popular y realizan algunas giras entre los nómadas. Pronto se ven desbordadas, y al cabo de dos años, Magdeleine siente que Dios la llama a «una vida... contemplativa, mezclada con el mundo musulmán para hacer presente allí al Señor... y llevarles, por encima de la ayuda material, la certeza de Su Amor». Con ocasión de una peregrinación a El Golea, conoce al P. Voillaume, y el obispo del Sahara Mons. Nouet la invita a ir a su diócesis. Más tarde, él la orienta en su deseo de tomarse un tempo oración para prepararse, proponiéndole un noviciado canónico y la profesión religiosa. Es él también quien le pide que redacte una constituciones, y así es como se convierte en fundadora a pesar suyo, aunque siempre había tenido deseos de una vida religiosa. En octubre de 1939, parte para el Sahara con la hna. Ana. A propuesta del obispo, toma la decisión de comenzar una fraternidad en Touggourt. Esta primera fundación verá nacer una profunda amistad entre hta. Magdeleine y sus vecinos musulmanes; albañiles, sedentarios y nómadas; amistad que marcará profundamente el nacimiento de la Fraternidad: «Fundé la Fraternidad con ellos», le gustaba decir. En marzo de 1946, Mons. Mercier pide a la hta. Magdeleine que cierre temporalmente Touggourt, para dar lugar a que la joven congregación vaya a formarse en El Abiod, cerca de los hermanitos, con la ayuda del P. Voillaume. Esta decisión, muy dolorosa para hta. Magdeleine, conducirá a una estrecha colaboración con el P. Voillaume, que durará toda su vida. En julio de ese mismo año, en la Sainte Baume (santuario de la Santa Cueva), «se apodera de ella una gran luz»: la Fraternidad, consagrada hasta entonces exclusivamente a los hermanos del Islam, se hace universal, y se extenderá por el mundo entero Se abre por entonces al Oriente, y a las Iglesias orientales, para derramarse pronto por todos los continentes. Número de miembros: 1230. Implantación en el mundo: Características: modo de vida: Vivimos nuestro “Nazaret” en pequeñas fraternidades de 3 ó 4 hermanitas en un medio popular, compartiendo en todo lo posible las condiciones de vida de nuestros vecinos, el trabajo, la vivienda, en solidaridad de destino con un pueblo, un medio, compartiendo en lo que nos es posible sus alegrías, sus pruebas, su esperanza. compromiso:
aspectos esenciales: Nuestra vida contemplativa, vivida en plena masa humana, tiene como fundamento la Encarnación: después de Jesús, no se puede separar lo humano de lo divino. Para nosotras, la puerta de entrada es el misterio de Belén, Dios que se revela en la impotencia y la debilidad de un recién nacido: «Sed un signo de la ternura de Dios... un rayo de luz y de esperanza en medio de un mundo de injusticia y de violencia» (Hta. Magdeleine, febrero 1983). Queremos descubrir el rostro del Señor en el encuentro con el otro, la escucha de la Palabra, la adoración, dejando modelar nuestras vidas por la Eucaristía, Sacramento de Su amor, que nos vincula desde lo más profundo de nuestro «ser en Cristo» con la suerte de la humanidad, con la que compartimos el pan de la fatiga y el vino de la alegría. Esta misión de anunciar con toda nuestra vida el misterio de Belén la recibimos en la Iglesia, y la vivimos en comunidad, donde tenemos que aceptarnos mutuamente, con nuestros dones y talentos, nuestras debilidades y nuestras faltas, volviendo a empezar cada día. En las diferencias de nuestros orígenes, nuestros modos de pensar, nuestras culturas, Jesús es nuestra unidad Más Información: Las Hermanitas de Jesús en España |