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Presentación de la Familia espiritual

Carlos de Foucauld en el mundo

Hermanitas del Evangelio

Naturaleza: Congregación religiosa.

Fecha y lugar de fundación: 1º de diciembre de 1964, por René Voillaume.

Reconocimiento jurídico: 1979, en Grenoble, como Congregación religiosa de derecho diocesano.

En 1971, la Fraternidad de las Hermanitas del Evangelio entró oficialmente como miembro de la Asociación internacional Familia espiritual Carlos de Foucauld.

Historia:

La fundación de las Hermanitas del Evangelio es la convergencia de varias fuentes, alimentadas en Carlos de Foucauld a su manera, como un fermento que trabaja los corazones, los del P. Voillaume, de Hta. Magdeleine, de las Hermanitas de Jesús, de un grupo de jóvenes de Bélgica y de jóvenes de las «Fraternidades Jóvenes Carlos de Foucauld», que habían oído la llamada de Carlos de Foucauld, pero sobre todo las llamadas de la Iglesia, de los pueblos marginados o abandonados, las minorías (indios Ye’cuana de la selva amazónica de Venezuela; tribus de la montaña de Mora, en Camerún). La convergencia de todas estas fuentes es lo que dio origen a las Hermanitas del Evangelio. Aunque la intuición estaba clara en el pensamiento y en el corazón de todos al principio, ha hecho falta un tiempo largo de maduración para que se encarnase realmente en la vida de las fraternidades y en cada hermanita.

Número de miembros: 72.

Implantación en el mundo:


Camerún


El Salvador


Francia


Estados Unidos


Haití

 


Italia


Madagascar


Venezuela

 

Características:

modo de vida:

vivimos en pequeñas comunidades de estilo sencillo, compartiendo codo con codo la vida con sus alegrías y sus penas y el destino de los hermanos y hermanas pobres de nuestro entorno (por medio de nuestro trabajo, nuestra vivienda, nuestro lugar de inserción).

Viviendo entre hermanas de distintos países y culturas, queremos dar testimonio (incluso con nuestras debilidades) de que la fraternidad universal, signo del Reino, es posible.

Estamos llamadas a vivir este doble movimiento: ir hacia Dios, con el tiempo que le está reservado (oración de adoración, meditación de la Palabra de Dios, retiro, desierto, acento puesto en la Eucaristía como centro de nuestra espiritualidad), con una mirada contemplativa sobre el mundo; y otro movimiento por el que estamos inmersas en el mundo, prioritariamente en el de los pobres de los que somos solidarias.

compromiso:

Nuestra vocación es contemplativa y apostólica. Seguimos la invitación de Jesús a ir al mundo entero, para compartir la riqueza de la Buena Nueva. Nos sentimos parte activa de la misión de la Iglesia, en especial de la iglesia local en la que se inserta la fraternidad. Según las necesidades de las personas o de los pueblos los acompañamos en su camino de fe, y colaboramos para que nazcan comunidades cristianas de base, donde la Palabra de Dios es fermento de transformación de nuestra vida según los valores evangélicos.

Nuestro apostolado se basa en la amistad, la cercanía, y el compartir con la gente de nuestro entorno, dentro del respeto y la ayuda mutua con los marginados y los heridos por la vida. Trabajamos juntos para que se concrete el mensaje liberador de Jesús, a fin de que haya más humanidad, más paz, más justicia en nuestra sociedad (participación en proyectos de promoción humana).

Nuestros votos de pobreza, castidad y obediencia nos ayudan a ser libres y gozosas al servicio de los menos favorecidos.

aspectos esenciales:

Como nuestro nombre indica, queremos hacer de la Palabra de Dios, y especialmente del Evangelio, nuestro alimento cotidiano, y compartirla con entusiasmo con los que tienen sed de ella o los que aún no la conocen.

Y sobre todo en los ambientes donde aún no se conoce a Jesús, asumimos responsablemente el trabajo de aprender la lengua del pueblo, de conocer su cultura con sus valores y aspiraciones, con vistas a un trabajo profundo de evangelización.

Queremos llegar también a los que están lejos de la Iglesia, con la gratuidad del amor, y hacer de  nuestras fraternidades lugares «donde reposa el amor» (Constituciones, nº 37), donde se acoge a todas las personas heridas y pisoteadas en su dignidad, que aspiran a ser amadas.

Más Información:

Hermanitas del Evangelio

www.charlesdefoucauld.org 

 

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